Por David Somoza
En el mundo empresarial, las startups siguen despertando interés y los más atraídos por este singular modelo de negocio son los llamados Business Angels, que se han convertido en sus “protectores”. El bajo costo de implementación y de poder generar beneficios en un espacio de tiempo relativamente corto son, precisamente, un gancho para estos inversionistas.
La forma de trabajo Business Angels consiste en aportar capital a los startups en etapa de formación o consolidación y, posteriormente, ofrecer personal, su experiencia en los negocios y hasta una red de contactos para apoyar e impulsar a las que están liderando los proyectos que están financiando. De allí que hayan recibido el nombre de “ángeles”.
Ellos están dispuestos a financiar a un gran emprendedor con una excelente idea y para ello realizan grandes aportes de capital. Sin embargo, hay una condición y es que exigen formar parte del negocio, confiando en que alguna de esas empresas emergentes pase de ser un proyecto de gran potencial a una compañía consolidada.
Otra particularidad es que estos “ángeles” utilizan fondos propios y no de terceros para concretar las inversiones. Por lo general, suelen involucrarse con las nacientes empresas en las que invierten través de contactos directos, y su decisión de participar se establece por los planes de negocio de las compañías.
Ahora, qué son concretamente los startups y por qué son tan atractivos para los inversionistas ángeles. Steve Blank y Bob Dorf, autores de The Startup Owner’s Manual, lo responden claramente: son una organización temporal en busca de un modelo de negocio rentable, que puede repetirse y que es escalable. Sostienen que estas empresas emergentes tienen muchas posibilidades de expansión en comparación con otros tipos de compañías, gracias al fuerte componente tecnológico.
Es así como la búsqueda de innovación constante, asociada con nuevas tecnologías digitales, para alcanzar un crecimiento rápido y sostenido y llegar a un público mayor, realizando una menor inversión (su necesidad de capital es inferior al de las compañías tradicionales), es la norma principal y el mayor atractivo de este tipo de empresas.
Desde 2013 las startups, por lo general pequeñas o medianas empresas de reciente creación y con pocos socios, ya acaparaban el interés por su novedad. A partir de entonces han tenido muy clara esta premisa: reinventarse o desaparecer. Cónsono con ese planteamiento, otra las estrategias que implementan en aras de la innovación constante es explotar nichos de mercado que tengan un gran potencial de negocio, pero limitado en el tiempo.