Por David Somoza
La manera como las compañías establecen sus estrategias de negocio varía. El objetivo es que se adapten a las necesidades, condiciones y características de cada una. En el mundo empresarial la integración vertical es uno de esos modelos y si bien no es nuevo, sí resulta efectivo.
Esta dirección de desarrollo se presenta cuando la empresa decide introducirse en nuevos negocios relacionados con la cadena de valor completa de su producto o servicio principal, lo que la convierte en su propio proveedor y distribuidor o minorista dentro del canal de distribución.
Con la integración vertical, la empresa aumenta su capacidad de negociación debido a que es más competitiva al expandir, precisamente, el negocio hacia actividades mayoristas, de fabricación y distribución, lo que permite mejorar los precios y los servicios para los consumidores.
El objetivo es asegurarse la continuidad del suministro y la calidad de los productos comprados para coordinar más efectiva y eficientemente las funciones de distribución o para desarrollar una tendencia más competitiva con barreras de entrada.
Su atractivo radica en que permite reducir la dependencia de terceros, lo cual se traduce en eficiencia y productividad, dado que se puede planificar todos los pasos dentro de un mismo grupo. También se reduce la incertidumbre con la que opera la empresa en cuanto a la oferta y la demanda y hay mejor orientación de las inversiones hacia las actividades con mayor rentabilidad.
La integración vertical crea una sinergia positiva y una mentalidad de búsqueda del objetivo común. De esta forma, los trabajadores de las diferentes filiales tendrán un mayor nivel de motivación.
En Alimentación Balanceada Alibal seguimos la estrategia de la integración vertical con todos los eslabones de la cadena productiva ordenados de manera sistemática y logrando crecer continuamente en manera y fondo.
Al final, el objetivo común es generar un mayor valor agregado ocupando todos los eslabones de la cadena de distribución y producción hasta llevar el producto al consumidor final.