Por David Somoza Mosquera
No siempre se cumplen todos los objetivos que se trazan para el ejercicio anual. Pero no por eso debe acabarse con el hábito de planificar cómo pueden alcanzarse esas metas en los próximos 365 días. Lo que siempre se ha dicho, de las crisis hay que sacar oportunidades. Por eso, planificar lo que debe hacerse el año venidero, cuando el presente está por finalizar, es una buena idea.
Ciertamente, 2020 se convirtió en un enigma desde el comienzo. La pandemia del coronavirus hizo cambiar el guion de la planificación que la mayoría de las empresas tenían para el año. Por eso, antes de hacer planes para 2021m es conveniente revisar qué se puede mejorar de lo que, por circunstancias, no se pudieron llevar a cabo.
Todos dentro de una empresa deben trabajar en sintonía para analizar qué se puede mejor o qué ya no es necesario ejecutar. Una vez delimitados estos objetivos, entonces es recomendable comenzar a trabajar para su alcance.
No es conveniente hacer planes ambiciosos, sino reales. Aquellas metas que no sean tan complicadas alcanzar, que puedan ser logradas en el corto plazo son las que darán las pistas de qué hacer en el largo. Usualmente, cuando unas que no se han podido realizar en el año establecido, se unen a las nuevas.
Pero hacer en 2020 la planificación para el nuevo año, introduce unas variables que es conveniente considerar. Por ejemplo, no hay que perder de vista que por la crisis sanitaria algunas empresas tuvieron que detener momentáneamente sus operaciones, mientras que las de sectores esenciales, como Purolomo y su empresa matriz Alimentación Balanceada Alibal, continuaron su funcionamiento para poder garantizar el suministro, bien sea de alimentos y medicinas.
Sin embargo, pese a las distintas realidades por las que atravesaron o están atravesándolas compañías, es beneficioso que consideren nuevas estrategias, en vez de sumar metas que pudieran entorpecer el logro de objetivos, tomando en cuenta los complejos tiempos que se viven.
Los líderes, quienes tienen sobre sus hombros la responsabilidad de guiar a su equipo en la mejor dirección, deberían analizar bien a quién pueden delegarle parte de esas estrategias. Debe hacerse foco en las capacidades y fortalezas de la compañía en todos los planos que sean necesario.
Esto garantizará que aquellos objetivos reales, de los que se hablaban anteriormente, sean más fáciles de alcanzar. Para hacerlo hay que tener presente los valores agregados que puede ofrecer la empresa, tomando también en cuenta la competencia.
Cuidar al personal debe ser siempre una de las metas principales de cualquier compañía, no importa el año. Sin el capital humano experimentado y comprometido con el trabajo no es mucho lo que se podrá lograr en ningún momento.
Todos estos factores incidirán positivamente para que las operaciones de cara a los 365 días venideros sean exitosos.